El rey de la selva

Pude comprobar el horror de la guerra en sus instantáneas. La humanidad, degradada, destrozaba su entorno y a sus semejantes sin más sentido que el de enriquecerse y el de hacer valer sus ideales. Pobres. Se creen mejores y sus negros corazones, cada vez más pútridos, no encontrarían dulzura ni en la sonrisa de la chica de la 4ª fila.

Llegué y los vi allí abajo, tan pacíficos y apacibles, compartiendo algo más que el frío y la poca comida que les quedaba. Había mezcla de todas las razas y colores: blancos, negros, marrones, rojos… Claro, igual era que, como no portaban armas de fuego, no podían hacerse daño. No se peleaban por nada, ni se miraban mal siquiera. De vez en cuando un pequeño pique, pero todo se solucionaba pacíficamente, cada cual a su rincón.

Esta tarde, paseando por el parque y viendo cómo todos los animales jugaban a ser el rey de la selva, concluí que el hombre, indigno de sí mismo, no había sabido controlar su propio destino.

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para escuchar… John Lenon – Imagine

2 respuestas to “El rey de la selva”

  1. eso digo yo.. con lo bien que estariamos sin pensar 😉

  2. Todo es complejo, yc uando más seguros estamos de tener el destino en nuestras manos… todo cambia.
    Un saludo, y ¿como esque te perdiste a Vegas??… ay ay, xdd besoss

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